(Foto: EL FARO)
El Melilla generaba ocasiones, pero no era capaz de atravesar la maraña defensiva que había formado el Roquetas.
En la segunda mitad, el cambio de guión fue más evidente. Los rojillos se replegaron para defender su renta, mientras que los locales seguían intentando una y otra vez perforar la portería visitante. El gol se negaba una y otra vez, mientras la desesperación comenzaba a minar la moral de los jugadores azulinos. Con el paso de los minutos, el gol del Roquetas hurgaba un poco más en la herida que abrió el Poli Ejido el pasado miércoles. La pelota se negaba a entrar y los delanteros azulinos no eran capaces de ver portería. Nacho Aznar volvió a pelearse con el gol, y el Melilla acabó rindiéndose a la evidencia, cosechando una nueva derrota, la cuarta de la temporada y la segunda en casa. Tres puntos que vuelan y que les alejan aún más de la zona de ascenso. Todo ello justo antes de encarar dos de los compromisos más complicados del campeonato, Ceuta y Cádiz. El Melilla acabó estrellado ante la sombra de lo que no hace mucho fue. Un equipo efectivo. El Roquetas necesitó una ocasión para ganar, al igual que el Poli el otro día. La defensa ha perdido solidez justo cuando la primera vuelta toca a su fin. El margen de error se agota, y no permitirá muchos más accidentes.
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